Una bolsa con un millón de yuans va pasando de mano en mano. Todo el mundo quiere hacerse con el botín y se agarran a él con avaricia descarnada. El problema es que con el dinero llegan las desdichas y se desata la violencia. Una película coral en la que conviven asesinos a sueldo, gángsters y personajes de distinto pelaje, que retrata una China en transición y que se presenta como una suerte de Tarantino en animación.