Francine da una cena para todos sus amigos, pero le revienta que Klaus se convierta en el centro de atención. Klaus ha estado mejorando su carisma y su nueva personalidad se gana a todo el mundo, provocando que Francine esté cada vez más celosa. Cuando fracasan todos sus intentos por llamar la atención, Francine le pide a Klaus que le enseñe a ser más interesante.