Woody, el camarero, el amigo de Frasier en Boston, viene a hacerle una visita. Al principio se lo pasan muy bien los dos, recordando viejos tiempos. Pero llega un momento en que Frasier se percata de que, al fin y al cabo, no tienen nada en común. Lo peor es que Woody no muestra deseos de volver pronto a casa.