Hoffman, un asesino en serie que se cobra la vida de mujeres casadas pero infieles a sus maridos, todos empleados de la Marina, está a punto de acabar con la de Ziva, infiltrada en el caso. La agente consigue abatirle a tiros a tiempo y descubre que él mismo fue víctima de las infidelidades de su esposa. Al recibir todas las pruebas en el laboratorio, el equipo descubre que en el arma homicida hay huellas de otra persona que no es Hoffman y sospechan de Michael, el amante de Ziva.