Tanjiro e Inosuke se ven las caras con el padre de la familia arácnida, cuya fuerza descomunal envía a Tanjiro por las nubes, dejando a Inosuke solo ante el peligro. Tanjiro aterriza en las cercanías de un río, donde Rui, un joven demonio, castiga físicamente a su hermana. Según este, solo el odio y el miedo pueden mantener los vínculos familiares, una afirmación que hace enfurecer a Tanjiro y que supone el prolegómeno a la batalla.