Cuando Jael es poseída por el espíritu de Emmet Cole, Tess continúa con el objetivo de la espedición. Posteriormente, el equipo descubre un árbol envuelto con muñecas de niños. Una vieja leyenda recuerda que las muñecas son ofrendas al "espíritu de la niña abandonada". Un miembro de la tripulación desaparece y Tess se da cuenta de que tendrá que soportar grandes horrores con el fin de reunir a su familia.