Frasier accede a regañadientes a llevar a su padre junto con Niles a un partido de baloncesto. Allí se queda de piedra al ver que Niles tiene la oportunidad de lanzar a canasta ante todos los espectadores y, lo que es más increíble, consigue encestar. A partir de ese día, Niles no puede parar de presumir de su hazaña. Lógicamente eso sacará a Frasier de sus casillas.