Cuando el coche de Frasier se rompe, él y Roz deciden ir en autobús. Allí, Frasier ve a una mujer atractiva con quien intenta iniciar una conversación, pero desafortunadamente se cae de un resbalón y la mujer sale del autobús. Pero Frasier no se rinde tan fácilmente ya que ha estado escuchando su conversación con una amiga y sabe su nombre y donde trabaja, así que decide ir tras ella. Ella trabaja en una residencia de ancianos, por lo que Frasier se presenta con su padre pretendiendo que están interesados en que Martin viva allí y consigue su cita. Sin embargo la cita no va bien porque se pasa todo el tiempo preocupado al enterarse, por Miranda, de que su padre ha firmado realmente una solicitud de ingreso. Más tarde descubre que Martin lo ha hecho solo para poder jugar al póker con los residentes, los peores jugadores que ha conocido jamás.