Al enterarse de que Maltran su maestro ha sido encarcelado por Bartlow y está siendo crucificado, Alisha y sus subordinados se escabullen en Ladylake. Jurando que "nadie debe morir", corre a toda velocidad por la ciudad sin desanimarse a pesar de que los hombres de Bartlow obstruyen su camino. Mientras tanto, Sorey y compañía persiguen al dragón que se dirige hacia Ladylake, pero el dragón aumenta la velocidad, haciendo imposible que Sorey lo alcance. Por ese tiempo, Lunarre viene a burlarse de Maltran, quien sonríe y responde: "Alisha no vendrá aquí".